Los parántropos fueron un tipo de homínido especializado en el consumo de productos vegetales coriáceos, propios de los medios abiertos y secos. Como consecuencia de esta adaptación alimentaria, sus aparatos masticadores se vieron modificados para realizar intensos esfuerzos masticatorios. Entre estas modificaciones destacan el aumento de tamaño de la superficie masticatoria de los molares y premolares, en relación a su peso corporal (técnicamente, megadoncia). Además, sus molares presentaban una gruesa capa de esmalte, sus mandíbulas eran espesas, muy anchas y altas, y sus caras anchas, largas y planas. Aparte de esta marcada especialización en el aparato masticador, los parántropos no mostraban diferencias significativas con los australopithecus, más antiguos y primitivos, ni en el tamaño del cuerpo ni, posiblemente, en el tamaño del cerebro.
Este tipo de homínido tuvo un relativo éxito adaptativo y a partir de la especie primigenia (Paranthropus aethiopicus ) aparecieron dos nuevas especies: Paranthropus robustus y Paranthropus boisei, el más especializado de los parátropos. Como consecuencia de su éxito adaptativo, los parátropos fueron capaces de desbordar su región de origen (el este de África) y se extendieron hasta el sur del continente. Las especies esteafricanas, Paranthropus aethiopicus y Paranthropus boisei, han aparecido en yacimientos situados a lo largo del gran Rift valley, mientras que de la especie sudafricana (Paranthropus robustus) solo se conocen yacimientos en cuevas, adonde llegaron debido a la acción de depredadores como los leopardos.